domingo, 20 de febrero de 2011

"Presión"

(23 de Abril de 2009)
Siempre me pregunte cómo empezar a escribir un libro y ahora que el encanto del dolor se encarno en mí, puedo hacer surgir las ideas de la nada. O algo así.
Algo como... un camino a la ruina. Un camino en el que se puede tropezar y levantar, pero yo decido desaparecer y surgir. Lentamente, con cada minuto a mi lado, como un monstruo inofensivo que recién despierta de su larga hibernación.
Pero yo no soy la única involucrada en este agujero negro de vida, la culpa también es parte de otros seres humanos.
Tras mi reflejo me veo como una persona mitad normal, mitad extravagante. Mi cuerpo tiene 17 años pero mi cabeza se extinguió hace siglos, aunque yo logre revivirla y ahora no funciona con éxito y eso es lo que me gusta de mí.
Con respecto a este camino, no fue fácil construirlo y menos cuando se abrieron las puertas de la adolescencia. De repente una lluvia torrencial de problemas comenzó a tocarme los hombros y sin más tiempo se adueño de mí. Por eso mismo hoy estoy escribiendo este libro para poder demostrar que no sólo con un paraguas se puede cubrir de esas tristezas, hay que tener valor de seguir sufriendo y acá estoy, intentando que caiga la última gota.

Soy hija única, de parte de mi mamá.
Cuento con dos medias hermanas pero yo las considero "Hermanas Completas"
Toda mi vida (hasta los 15 años) viví en Cruz Alta, un pueblo pequeño pero con muchas cosas que apreciar. Tenia muchas amigas y algún que otro novio. Pero tuve que dejarlo absolutamente todo cuando a mis padres se les ocurrió irnos a vivir a Carlos Paz-Córdoba. Yo podía tomar la decisión de quedarme o irme, era obvio que me iba a quedar en ese pueblito con esa vida aburrida y divertidamente pequeña, pero mis planes cambiaron cuando ocurrió un imprevisto causado con mi último novio. Entonces tomé la decisión (todas mis decisiones son por despecho, lo sé) de tomar valor y cambiar mi estilo de vida por más duro que sea. Sí, les di el gusto a mis padres con esto hace 2 años que ahora en el presente me están haciendo la vida más o menos imposible. Pero no me importa, de alguna manera me supe acomodar sola a esta sociedad pesada, pero lo que hubiera cambiado, si tuviera ese poder, seria conocer la realidad más rápido. Conocer lo indescifrable, lo temible, lo prohibido, lo maravilloso y lo verdadero. Pero a lo mejor, valió la pena la espera.

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